¡Qué felicidad! Nada más y nada menos que un kilo de pura grasa menos tiene mi cuerpo. Nunca pensé que me alegrara tanto de acudir al gimnasio. Después de un mes de actividad cardiológica he vuelto a subirme a esa dichosa máquina espacial que calcula cada uno de los gramos de tu composición corporal. Un litro de aceite virgen extra, y según el entrenador eso es lo más difícil, perder grasa. Estoy tan feliz que ni me acuerdo del peso y mucho menos me voy a amargar subiéndose a mi mundana báscula. Ya sólo me restan 25 kilos aproximadamente de grasa. Preparate NY que al año que viene me tienes allí desfilando.
jueves, 17 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Que rico notarte tan animada. Felicitaciones por ese kilo perdido.
Animo.
Felicidades preciosa y a seguir tan positiva.
Besitos
Publicar un comentario